MARÍA + EFRÉN

ALQUÉZAR, HUESCA

La sonrisa es contagiosa y así lo creemos tanto yo como Loreto. Muchas veces, cuando estamos trabajando, se acercan invitados a decirnos que se nos ve tan felices que se nota que disfrutamos mientras hacemos las fotos de la boda. Es verdad. Cada boda vivimos eso: la felicidad que tanto vosotros como vuestros invitados tenéis ese día y que transmitís a todo el que os rodea. La verdadera sonrisa, la espontánea, la que surge cuando disfrutas, cuando ríes, cuando vives las emociones tan intensamente que no puedes evitar que los músculos de tu cara se contraigan y muestren el gesto universal de la alegría.

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Para nosotros sonreír forma parte de nuestro trabajo. No podemos evitarlo. Somos así. Sentimos verdadera pasión por fotografiar la felicidad. Dejemos la seriedad para otro momento. Hemos venido a disfrutar del amor. Alegría. Es lo que queremos en nuestras fotos, así que contagiémonos todos de ella y compartamos la magia de la celebración.

María y Efrén son pura sonrisa. Una chica de Barbastro que se enamoró de un mejicano y que decidieron que fuésemos los fotógrafos de su boda. Para la preboda decidieron que ir a Alquézar. Allí nos conocimos y pudimos ver todo lo que compartimos con ellos. Muy pronto llegará su boda, que va a estar llena de sorpresas para sus invitados. Desde el principio hasta el atardecer pudimos plasmar todo su amor y darnos cuenta de que pase lo que pase, esta pareja seguirá sonriendo juntos y haciendo que los demás también lo hagan.

Contagiemos la alegría.