Después de su preboda en el Moncayo, llego el día de la boda de Eva y Juan. Se celebró en ayuntamiento de Morata de Jiloca, y después nos trasladamos a Calatayud. Y habiendo nacido allí, hacer el reportaje de su boda fue para mí todo un orgullo.
Como era de esperar después de su preboda, fotografiar a Juan y Eva fue muy divertido, porque ellos son así: espontáneos. Una boda en la que no faltaron momentos de ternura y lágrimas de alegría. Después de la ceremonia, anduvimos por las calles del casco antiguo de Calatayud, donde se cruzan las culturas romanas y mudéjar, además de lugares emblemáticos como el mesón de La Dolores. Y aunque era pocos invitados, allí estaban los que tenían que estar, sus mejores amigos, su familia, que disfrutaron de la cena en el Arco de San Miguel. Posiblemente uno de esos días que quedarán para nosotros como un buen recuerdo.
Eva y Juan, ¡vaya pareja! Seguid contagiando vuestra sonrisa a los demás.
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